Hace unas semanas en el Teatro 25 de Mayo se presentó la obra de Hiroaki Umeda. Hiroaki es un artista japones que se inicio en el estudio de la fotografía, y que luego dio un vuelco al arte del movimiento; La danza y la interacción audiovisual proyectada sobre la puesta en escena. Una performance que invade lo sensorial, en un dispositivo que remite a una instalación durante 35min.
Umeda propone desde el comienzo, un vacío minimalista que nos abstrae (a quienes gustamos de hacerlo) a la impermanencia sobre el consumo de información. No sabemos que esta pasando o ¿no pasa nada?
El público se impacienta, se mueve, respira, toce inquieto pidiendo, a gritos gestos, un menú de información para poder deglutir algo.
Poco a poco desciende desde un vacío cenital, una iluminación que dibuja progresivamente y en paralelo, un lado izquierdo y otro derecho, la verticalidad de su cuerpo como unidad que en relación al tiempo da la impresión de aumentar su escala respecto del entorno. Su figura ya no es la misma, hay una transformación entre luz y oscuridad, una cabeza alienígena, hasta una nuez pueden invadir nuestros pensamientos.
El sonido frecuencial empieza a turbar las sensaciones producidas por todo lo anterior, desde lo mas bajo de los decibeles, un ambiente se empieza a gestar.
Podemos decir que Umeda sabe que la obra da su acabado final con las sensaciones mismas que el publico siente a lo largo de la puesta. El tempo frecuencial en sintonía con los patrones visuales que propone en el mismo tiempo que da descansos y nuevamente arremete con tormentos cierra la idea
Estos patrones van increscendo y alternándose. Simples lineas verticales y horizontales, finas y gruesas que fragmentan la pantalla, como nuestras mentes, y los movimientos de la expresión corporal que Hiroaki, minimalista expuesto, danza en un paisaje espejo.
Todo es nada, y la nada es todo. Un impacto visual que remite a los puentes entre los extremos, opuestos y complementarios. La desesperación por el consumo, y la saciabilidad de la ingesta directamente proporcional hacia el caos.
Fuentes:
www.hiroakiumeda.com
www.youtube.com
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